5 ideas para unas vacaciones familiares en Piriapolis

Las vacaciones de julio, además de ser una pausa de los deberes, las túnicas impecables y los viajes a la escuela, son la oportunidad perfecta para compartir unos días en familia. No obstante, para los padres siempre hay un desafío a afrontar: cómo hacer para que sus niños se sientan plenamente contentos y entretenidos durante este tiempo. Apartarlos de la rutina, alejarlos “un poco” de la computadora, y tener memorables experiencias en familia, suele ser su misión.

Es por ello, que para ayudarlos a resolver la interrogante de cómo aprovechar con sus hijos las vacaciones de invierno en el maravilloso entorno de Piriápolis, a continuación les recomendamos una serie de actividades que los orientarán para pasar unos días inigualables:

1- Propongan a sus pequeños vivir un apasionante día de aventura escalando el Cerro del Toro.

Convénzanlos acerca de la fantástica experiencia de montañismo que representa subir a una de las elevaciones más reconocidas de nuestro país. ¡Y no se olviden de decirles que en el camino verán a un toro de bronce en tamaño real que vierte agua por la boca!

Y como si todo esto no bastara, mencionen que en la cima tendrán una experiencia maravillosa: podrán disfrutar de una de las vistas más lindas de Piriápolis. Sugiéranles que recuerden ese momento como un preámbulo de otras escaladas que harán cuando sean más grandes –con sus amigos, parejas, o con sus propios hijos…-
 

2- Inviten a sus niños a ir a la Fuente de Venus.

Coméntenles que han encontrado el lugar perfecto para que dejen fluir todas sus energías: un espacio muy amplio, seguro, lleno de verde, con árboles que dan intensa sombra para que puedan jugar tranquilos, y que además tiene una fuente con mucha agua y una estatua en el medio.

Si ustedes llegaran a notar que esas cualidades no alcanzan para tentarlos, saquen de la manga la carta más valiosa: díganles que el lugar tiene muchos juegos “en 3D”. Quizás al decir esto, aprecien sus caras de confusión… Y entonces, explíquenles que son juegos muy divertidos que tienen tres dimensiones -a diferencia de los de la computadora-: por lo que pueden ser subidos, bajados, olidos, tocados con todo el cuerpo... De paso, cuéntenle cómo se entretenían con juegos similares cuando ustedes eran niños.

 

3- ¿Qué tal si les dicen de ir a la Reserva del Cerro Pan de Azúcar?

En este caso, cuentan con la ventaja -que sin querer- aporta el nombre del lugar: de seguro que ni bien lo mencionen, las cabecitas de sus hijos empezarán a imaginarse un pan francés cortado a la mitad y lleno de terroncitos de azúcar. ¡Aproveche ese momento! Y díganles que el lugar al que les están proponiendo ir, es incluso mejor de lo que están pensando.

Con esa observación, es muy probable que se sientan un poco ofendidos por ser desafiados en su capacidad imaginativa, pero usted no se achique y redoble su apuesta: dígales que van a ver tantos y tan lindos animales que no van a quererse volver hasta que “se haga de noche”. Pongan mucho énfasis en decir que allí podrán ver una gran cantidad de animales propios de nuestro país, muy bien cuidados, y destaque el atractivo principal: ¡unos venados increíbles!
 

4- Díganles que le gustaría llevarlos a un día de piscina

Es probable que, pese a que impulsivamente les parezca una idea fantástica, rápido se encuentren extrañados porque su propuesta llega en “invierno”, un tiempo por demás inconveniente para bañarse al aire libre. Ante esto, coméntenles que pueden dejarse llevar por su ilusión y deseo, ya que todo se hará efectivamente realidad. Por tan feliz noticia, comenzarán a mostrarse muy ansiosos y contentos.
Coméntenles que la invitación es a ir a la piscina climatizada de un hotel de la ciudad (Argentino Hotel Casino), que permite disfrutar de sus instalaciones durante el día aunque no se esté alojado en el lugar. ¡Recuérdenles que esta vez no es necesario ponerse protector solar y que solo tienen que aprontar la ropa de baño!
 

5- No se desesperen si llueve alguno de los días de las vacaciones de julio

Recuerden que en definitiva es invierno, y que algún nubarrón siempre se encuentra dentro de las posibilidades. Pero sobre todo, tengan presente que este no es motivo suficiente para frustrar sus planes en familia, dado que pueden tener entretenidas actividades en el interior de la casa.

Propónganles a sus hijos jugar a que esquivan láseres como en Matrix -necesitando tan solo un ovillo de lana-, o díganles de armar un campamento en el interior de la propiedad -únicamente usando algunos juegos de sábanas-, o invítenlos a ser un poco más altos a través de unos zancos -creados de forma simple y divertida con unas latas-. ¿Le interesa, verdad?




 

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